Ibiza presume de un paisaje natural sublime donde perderse para dar largos paseos, ya sea junto al mar como también por sus campos de almendros o los enormes pinares que cubren las montañas. Pero a poca gente le viene a la mente pensar en las zonas urbanas como lugares estupendos donde dar una vuelta y deleitarse con la belleza de la arquitectura y el ambiente de las calles.
Por eso hoy te queremos mostrar cuatro lugares de la isla perfectos para dar un paseo mientras disfrutas del lado cosmopolita de la isla.
Dalt Vila
Declarado patrimonio de la humanidad en 1999, Dalt vila es el casco antiguo de la ciudad de Ibiza donde se esconden un sinfín de callejuelas donde perderse durante horas para conocer la Ibiza de antaño. Durante el ascenso a la cima de la ciudad fortificada, donde se sitúa la imponente catedral, podrás disfrutar de las estupendas vistas del puerto y de la ciudad desde los distintos baluartes de la muralla, donde aún los cañones están en guardia por si algún enemigo aparece. Las calles empedradas con sus casitas encaladas y el color de la buganvilla que decoran los portales, completan el mosaico de este espectacular lugar lleno de historia.
Barrio de la Marina
Acorralado entre la muralla y el puerto, se alza el antiguo barrio de pescadores que en la actualidad se ha convertido en la zona de más ambiente de toda la ciudad, se trata del conocido barrio de la Marina. Este lugar es perfecto para pasear a cualquier hora, pues durante el día es una animada zona donde hacer las compras más originales o tomar algún helado mientras paseas por las atractivas calles de la zona mientras que durante la noche se convierte en otro tipo de espectáculo. Las terrazas y los restaurantes atraen a cientos de personas que quieren comenzar la noche con buen pie y la calles se llenan de ambiente sobretodo gracias a los pasacalles que animan a la gente a continuar la noche en las grandes discotecas de la isla. Una bella parte de la ciudad que seguro te encantará.
Santa Gertrudis
En el interior de la isla, se sitúa este pequeño pueblito lleno de ese encanto rural que encandila a cualquiera. Aquí dar un paseo es toda una delicia pues las calles están llenas de vida y aun siguen en pie negocios de toda la vida como el viejo estanco que encontrarás en la plaza de la iglesia. Este lugar es perfecto también, para hacer un alto en el camino y tomar un tentempié, ya que Santa Gertrudis está lleno de pequeños restaurantes, cada uno con su propia personalidad que hacen de este pueblo un lugar lleno de color y variedad. Además, aunque en los últimos años la población ha crecido, el estilo arquitectónico de las nuevas edificaciones intentan respetar la esencia tradicional que se respira en todo el pueblo para que la magia de este lugar nunca se pierda.
Ses Variades
Al otro lado de la isla, con vistas al horizonte de poniente, se despliega todo un paseo que desde el rompeolas del puerto hasta la playa de Caló des Moro, se puede contemplar una de las puestas de sol más bellas de la isla. Esta zona es conocida como el paseo de Ses Variades, y al acercarse la hora de la despedida del sol, se llena de todo tipo de gentes que van en busca de la mejor postal del día y de los mejores ritmos musicales que acompañarán a tan esperado momento, pues los mejores Dj’s del panorama van calentando el ambiente con un pequeño aperitivo de lo que más tarde sonará en las pistas de las mejores discotecas de la isla. El mejor ambiente y la mejor puesta de sol se reúnen en este lugar tan especial para que te dés un paseo que seguro no olvidarás.