Viajar a Ibiza con la familia es una gran opción, porque hay cantidad de planes que podemos hacer, desde ir a la playa, pasear por pueblecitos con encanto o realizar actividades de lo más variado.Un plan ideal es organizar una excursión a Formentera, la isla vecina, situada a tan solo media hora en barco.
Un paraíso de aguas turquesas y playas infinitas de arena blanca que no decepciona ni al viajero más exigente.
Para llegar a Formentera tenemos varias opciones. Podemos optar por el puerto de Ibiza, desde donde salen barcos que conectan con el puerto de la Savina, en Formentera. Aquí los pasajes suelen ser un poco más caros que en los ferries que salen de Sant Antoni o de Platja d’en Bossa, que hacen ofertas especiales para turistas.
La travesía hasta Formentera dura entre media hora y una hora depende del barco elegido. Durante el viaje podremos disfrutar de un paisaje muy atractivo, ya que se navega entre islotes, sobre las praderas de posidonia patrimonio de la humanidad y se pueden ver impresionantes vistas, por ejemplo de la ciudad amurallada de Ibiza, Dalt Vila, o de la isla de s’Espalmador.
Una vez en el puerto de La Savina podemos alquilar una bicicleta para que el recorrido por la isla con la familia sea más placentero. Las carreteras disponen de carril bici y la isla es pequeña, así que recorrerla en este transporte es una buena opción. Si lo preferimos también podemos alquilar moto o coche.
En Formentera hay playas auténticamente impresionantes. La más famosa es la de ses Illetes, una extensa y virgen playa de arena blanca y aguas cristalinas, en pleno parque natural de ses Salines. Cuenta además con numerosos restaurantes donde comer pescado y arroces. Los más conocidos son Es Molí de Sal, El Beso beach club y Juan y Andrea.
Otras playas impresionantes son la de Migjorn, con aguas limpísimas, la preciosa Cala Saona o es Caló, un pequeño puerto pesquero donde hay un restaurante para comer paella, Can Rafalet. Otros lugares que merece visitar en Formentera son los faros de Cap de Barbaria y de la Mola o el mercadillo artesanal de la Mola.
Otro buen plan para llevar a cabo en familia en Ibiza es aprender a bucear.
La isla cuenta con más de 200 kilómetros de costa espectacular con fondos marinos excepcionales, con praderas de posidonia (declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), corales y multitud de especies, como por ejemplo delfines. Ibiza cuenta además con aguas cálidas, con 26º C en verano.
En la isla hay numerosos centros de buceo con profesionales de máximo nivel, con certificado PADI, que ofrecen cursos, inmersiones e instalaciones de calidad.
Uno de ellos es Punta Dive, con instalaciones en Port des Torrent, Cala Llonga, Platja d’en Bossa y Cala Martina. Con instructores que hablan inglés, italiano y español, ofrece la posibilidad de visitar los fondos marinos más fabulosos.
Otro centro de buceo es Scuba Ibiza, que asegura ser el único de la isla con la calificación de PADI 5 Star IDC Dive Center. Está situado en el puerto deportivo de Marina Botafoch.
