Al viajar a Ibiza hay una serie de visitas imprescindibles que no te puedes perder si quieres conocer la auténtica esencia de la isla y que incluyen pueblos de interior, calas de arena blanca y la ciudad antigua. Ahí van una serie de recomendaciones.
El primer lugar indispensable en nuestra ruta es Santa Gertrudis. Situado en el interior de la isla, es un pequeño pueblo que destaca por su arquitectura típica ibicenca y por tener un gran ambiente. De hecho, es un lugar ideal para ir a comer, cenar o tomar algo, porque pese a lo reducido que es cuenta con un gran número de restaurantes y bares de todos los estilos y precios que lo hacen un lugar de paso obligado para visitantes de todas las nacionalidades. Tiene una preciosa iglesia del siglo XVIII, pintada de blanco y amarillo, que preside la enorme plaza peatonal, donde hay numerosas terracitas. En la plaza también podemos observar una escultura en bronce del primer obispo de Ibiza, Manuel Abad y Lasierra, realizada por el artista ibicenco Pedro Hormigo. El pueblo también está lleno de tiendecitas interesantes donde comprar arte, objetos de decoración, ropa o bisutería.
La segunda visita que no nos podemos perder es la ciudad amurallada de Dalt Vila, situada en la ciudad de Ibiza y que está declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1999. Recorrer sus callejuelas y apreciar su arquitectura, sus iglesias y viviendas palaciegas es un placer para los sentidos. Es la única fortaleza renacentista que se conserva completa en toda Europa, junto a la de Malta. Es recomendable entrar a la ciudad antigua por el bellísimo Portal de ses Taules, situado en la Marina. Inmediatamente encontraremos la Plaça de Vila, llena de vida y restaurantes. En el recinto amurallado hay varios museos interesantes como el de Arte Contemporáneo, el Arqueológico, el Museo Puget o el centro de interpretación Madina Yabisah. En cuanto a monumentos importantes no podemos perdernos la Catedral, el Ayuntamiento, el Castillo o diferentes iglesias como la de Santo Domingo y l’Hospitalet, de gran belleza. Llegar a la plaza de la Catedral tiene otra recompensa y son las bellísimas vistas de toda la ciudad que divisamos desde allí.
Y otro recorrido imprescindible si queremos conocer la auténtica esencia de la isla es el que nos llevará por las calas del sur de Ibiza. De inigualable belleza, encontramos todo tipo de playas. Desde las del parque natural de ses Salines, de arena fina y aguas azules y transparentes y un gran ambiente de chiringuitos, hasta otras más recónditas y solitarias como Cala Molí o Cala Codolar. No podemos perdernos impresionantes calas como Platges de Comte, con aguas turquesa o la playa de Cala d’Hort, desde la que podemos ver el mágico e impresionante islote de es Vedrà. Y si queremos glamour y fiesta, lo mejor es visitar Cala Jondal, donde hay algunos de los beach clubs más famosos de la isla.
